Probablemente cuando leas esto serás una adolescente o una hermosa jovencita. Y es que así como no puedo detener el tiempo, no puedo tener la certeza de ciertas cosas.
Por ejemplo, me encantaría asegurarte que mamá siempre estará a tu lado y que nunca dejará que te hagan daño. Pero no puedo hacerlo.
Por supuesto que siempre voy a estar a tu lado pero sé que en algún momento te podrían romper el corazón, eso es inevitable.
Algún día llegará alguien que creas es el amor de tu vida y si no lo es, quedarás devastada cuando se termine. Pero sé que te levantarás y tomarás aquello como una lección que tenías que aprender.
Ahora acá va un consejo mi pequeña. A veces las mujeres que somos muy apasionadas con lo que hacemos, entregamos siempre todo de nosotras. Porque sí, así somos pues. Sólo espero, en estos años, poder enseñarte que no todos se lo merecen. Tendrás que aprender a ser más selectiva y a ir con cuidado. Sé que aprenderás a hacerlo.
María José nunca quise que te parezcas a mí en absoluto pero vaya que sacaste mi determinación. Y me alegra que lo hicieras porque sé que vas a estar bien.
Sé que serás aún más fuerte que yo. Porque me estoy encargando de criarte así. Mi princesa sí, pero jamás indefensa. Eres fuerte y decidida. No te da miedo enfrentarte a los demás (así los veas más grandes que tú). Y aunque aún estás formando tu carácter, vas por buen camino y eso me deja un poco más tranquila.
No puedo prometerte que no te romperán el corazón hija pero te prometo que estaré ahí siempre para sostenerte. Para comer un balde de helado cuando haga falta y ver una peli juntas. Y después nos sacudiremos las penas y seguiremos adelante. Porque está permitido estar triste pero siempre y cuando vuelvas a sonreír después.
¡TE AMO PEQUEÑA GATITA LOCA!
Eres hermosa, tal y como eres. Que nunca nadie te haga creer lo contrario.
Con amor,
Mamá
