Hoy te vi tan grande. Y pensé en todas las cosas que van cambiando en la medida que vas creciendo.
Hoy ya no quieres estar cargada todo el tiempo, prefieres caminar sola y correr libre como el viento. Hoy ya no eres la bebé que se quedaba tranquila a la hora de comer, ahora te bajas de la silla, te subes, te bajas, te pones a bailar y a cantar, te vuelves a subir y así hasta que decides que terminaste tu comida. Sí, tú lo decides diciendo gracias aún cuando hay comida en el plato. Hoy ya no me dejas abrazarte mientras duermes, ya quieres tu espacio y botas a esta mamá melosa que solo quiere sentir un poquito más a su bebé. ¡Oh rayos! Es que estás dejando de ser una bebé. Hoy ya no puedo cargarte para ponernos a bailar, ahora quieres hacerlo sola. Con mamá sí, pero con tu propio ritmo y tus movimientos. Hoy a la hora del baño es casi una lucha libre porque ahora quieres hacerlo todo sola. Te jabonas con la esponja mientras cantas la canción del mono que aprendiste. Hoy creo que casi estás dejando atrás a la gallina pintadita. Digo creo porque a veces aún la pides pero también me pides que ponga Margarita o Select y Star. Hoy ya te das cuenta cuando me voy o llego a casa. Debo confesar que se me encoge el corazón cuando te quedas llorando aunque sé que al rato se te pasa. Y amo cuando me ves llegar del trabajo y corres a esconderte para luego salir y llenarme debesos y abrazos. Hoy es más fácil entenderte. Bueno, en teoría nada más porque ya hablas y sabes expresarte pero aún eres pequeña y a veces cuando te enrabietas (no sé si esa palabra existe) ni tú te entiendes. Hoy ya empiezas a distinguir entre lo que está bien y está mal. Como cuando me das un golpe con esa manito pesada que tienes y a los segundos te das cuenta de lo que hiciste y quieres repararlo con una dosis de besos. Hoy ya no es tan fácil cambiarte. Porque ya tomas decisiones y cuando no quieres ponerte algo simplemente no lo haces. No hay quién te haga cambiar de opinión. ¡Vaya que eres testaruda! Hoy es imposible engañarte al momento de darte alguna comida. Ya no existe eso de primero el dulce y después ZAS viene la cuchara con las lentejas. Ahora pruebas y si no te gusta no lo comes. Así de sencillo. Hoy ya tienes un año, 8 meses y 23 días. Estás dejando de ser una bebé para convertirte en una hermosa niña. Hoy me doy cuenta que el tiempo no se detiene. Ya quisiera poder hacer que se detenga y disfrutar más a tu lado de todos estos momentos. Hoy caigo en cuenta que mientras más años cumples, voy también haciéndome mayor. Por eso sólo me queda disfrutarte hoy, que estoy aquí. Y dejaré de pensar en el mañana, porque mañana será un nuevo día para volver a disfrutar de ti.
